Les llamo a prepararse, a no descuidar ni un segundo, a mantenerse alerta, atentos, pues todo está en un abrir y cerrar de ojos.
Ya la copa se derrama, ha caído, continuará vertiéndose hasta que se agote sobre la humanidad en general. ¡Cómo se duele Mi Corazón!, ¡Cómo sangra Mi Corazón!, al mirar aquella creación tan perfecta que salió de manos de Mi Padre, con Su Aliento Divino y con todo Su Amor dentro de sí. ¡Cómo se duele Mi Corazón al mirarla hoy, humillada, caída, sumergida en el... Continuar leyendo